Skip to main content

Noticias

Cómo viví el lanzamiento de la Ley Bitcoin en El Salvador

Cómo viví el lanzamiento de la Ley Bitcoin en El Salvador
Este artículo fue escrito por  Mónica Taher, empresaria tecnológica e inversionista en startups de blockchain y cripto divisas. Actualmente es accionista y vicepresidente de marketing de RocketFuel, una empresa global de pagos en criptomonedas. Ex directora de Tecnología e Innovación de Negocios en InvestSV en el Gobierno de El Salvador.
En 2021, mientras navegaba en Twitter, me encontré con la conmoción generada por el anuncio del presidente Nayib Bukele en El Salvador sobre su propuesta de ley para adoptar bitcoin como moneda de curso legal. En ese momento, yo ocupaba el cargo de directora de Tecnología e Innovación de Negocios en InvestSV, una entidad gubernamental.
La noticia nos tomó por sorpresa a todos. Siendo una persona con más de 20 años de experiencia en tecnología y que había invertido en bitcoin en 2014 cuando su valor era muy bajo, esta decisión me intrigó profundamente. Era una medida innovadora y audaz, que posicionó a El Salvador en el mapa mundial de manera destacada. 
Gracias a esta iniciativa, pudimos enfrentarnos directamente a entidades internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y varios países que percibieron esta decisión como un desafío a sus propios intereses económicos. Honestamente, experimentar esa sensación fue gratificante.  La medida también generó un flujo constante de empresas que llegaron a nuestro país, establecieron oficinas, contrataron personal y contribuyeron a formar el floreciente ecosistema Bitcoin en El Salvador. Es innegable: comenzamos a presenciar una migración en sentido contrario, donde extranjeros llegaban a nuestro país para explorar la posibilidad de adquirir propiedades y establecer sus negocios. Inversionistas, entusiastas de bitcoin (BTC), nómadas digitales y personas curiosas se sumaron a esta tendencia. A lo largo de este proceso, tuve el privilegio de formar amistades y relaciones profesionales enriquecedoras. Fue un sentimiento maravilloso.  El hecho de convertirse en el primer país en reconocer al BTC como moneda de curso legal fue un hito histórico, pero también implicó un proceso de prueba y error. Estas experiencias serán valiosas lecciones para otras naciones que buscan regular activos digitales.   Entre las lecciones aprendidas se encuentran la implementación de cajeros automáticos, la necesidad de disponer de información en inglés para los recién llegados, la planificación anticipada y ordenada y la eliminación de la burocracia y los trámites innecesarios que en otros países ya son prácticas obsoletas.  Los resultados del experimento con Bitcoin en El Salvador solo podrán ser evaluados dentro de varios años, cuando podamos observar el impacto en la educación necesaria para empoderar a los no bancarizados, que representan el 70% de la población salvadoreña, así como en la reducción de la brecha salarial de las mujeres, que actualmente oscila entre el 68% y el 71% en comparación con los hombres.   También será importante ver cómo se benefician aquellos que están marginados del sistema monetario actual y comienzan a utilizar bitcoin en su vida diaria. Llegar a ese punto de inflexión requerirá un enorme esfuerzo educativo, considerando que El Salvador cuenta con una población de aproximadamente 6,2 millones de habitantes dentro de su territorio y unos 3,2 millones en el extranjero.  Cuando se lleve a cabo un proceso educativo que demuestre a la población la rapidez y seguridad de las transacciones, así como la reducción de costos asociados con transferencias internacionales y otros pagos, se podrán apreciar claramente las ventajas económicas para los salvadoreños.   Además, al educar a la gente sobre cómo contrarrestar la volatilidad inherente del bitcoin mediante el uso de monedas estables, se fomentará una adopción masiva. En ese momento, El Salvador podrá decir que ha logrado su cometido. A medida que esto suceda, se podrán observar los beneficios tangibles de la implementación de la Ley Bitcoin para el ciudadano salvadoreño común, aquel que va a pie todos los días, no para el extranjero. Al final del día, la inclusión financiera y la adopción de tecnologías emergentes deben ser los impulsores principales de cualquier iniciativa legal enfocada en activos digitales. Amo a mi país y no le deseo más que lo mejor. Por eso, me siento orgullosa de haber formado parte de esta experiencia transformadora que esperamos nos debe llevar hacia un mejor futuro. Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias.