El peligro de los miles de barriles con desechos tóxicos y radiactivos que llevan décadas bajo el mar frente a las costas de California
En 2011, cuando exploraba el litoral de Los Ángeles con un robot de aguas profundas y el sónar empezó a mostrar una secuencia de puntos, una especie de constelación, el bioquímico y oceanógrafo David Valentine supo de inmediato que aquello no era un hallazgo común. Pero no fue hasta que el sumergible a control remoto descendió hasta los casi 1.000 metros de profundidad y empezó a recorrer el lecho marino que su cámara pudo captar con claridad de qué se trataba. Eran barriles, decenas de ellos.