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Guerra Israel y Hamás: el entramado de empresas e inversiones que financian a Hamás y que Netanyahu ignoró antes de los ataques del 7 de octubre

Guerra Israel y Hamás: el entramado de empresas e inversiones que financian a Hamás y que Netanyahu ignoró antes de los ataques del 7 de octubreEl primer ministro de Israel rechazó la oportunidad de cortar fuentes de ingresos a Hamás años antes de que este grupo perpetrara la masacre del pasado octubre, reveló un ex alto oficial de inteligencia israelí. Udi Levy aseguró, en una entrevista con el programa Panorama de la BBC, haber aconsejado a Benjamin Netanyahu que atacara las finanzas de Hamás. Quien dirigió hasta 2016 el departamento de guerra económica del Mossad -la agencia de inteligencia y espionaje de Israel- afirmó que esto habría atenuado el fortalecimiento militar del grupo islamista.

Guerra Israel y Hamás: el entramado de empresas e inversiones que financian a Hamás y que Netanyahu ignoró antes de los ataques del 7 de octubreLa oficina del primer ministro israelí no ha respondido a estos señalamientos. Milicianos de Hamás, organización que gobierna Gaza y es considerada terrorista por gran parte de la comunidad internacional, asesinaron a unas 1.200 personas y secuestraron a más de 250 el 7 de octubre del año pasado tras incursionar en el sur de Israel. Aún siguen desaparecidos 130 de los secuestrados. Israel respondió con una ofensiva militar a gran escala que ha dejado de momento 29.000 palestinos muertos, según el Ministerio de Salud de Gaza. Levy aseguró haberle dicho a Netanyahu muchas veces que Israel tenía los medios para aplastar a Hamás "utilizando solo herramientas financieras" pero nunca recibió una respuesta del primer ministro a su propuesta. Al preguntarle si consideraba que existe una conexión entre la supuesta oposición de Netanyahu a lidiar con las finanzas de Hamás y el ataque del 7 de octubre, Levy respondió de manera tajante. "Sí, por supuesto", dijo. "Existe una muy alta posibilidad de que hubiéramos restringido gran parte del dinero" dirigido a Gaza y que "el monstruo que Hamás construyó probablemente no sería el mismo monstruo al que nos enfrentamos el 7 de octubre". La organización islamista habría necesitado "no millones, sino miles de millones", según el exalto cargo de inteligencia, para construir cientos de kilómetros de túneles debajo de Gaza y costear una fuerza militar estimada en 30.000 hombres. Levy mencionó una fuente de financiación específica de la que, asegura, avisó a Netanyahu en 2014: una supuesta cartera de inversiones multimillonaria que, según la inteligencia israelí, estaba controlada por Hamás y gestionada desde Turquía. Netanyahu decidió no actuar en base en esa información, sentenció. Hamás, que rechaza el derecho de Israel a existir y tiene como objetivo su destrucción, es mucho más que una simple fuerza militar; es un movimiento político con ramificaciones financieras que se extienden mucho más allá de Gaza. "Hablamos de Qatar e Irán como los principales patrocinadores", menciona Levy sobre sus conversaciones con Netanyahu, y agrega que "Turquía es incluso, en algún aspecto, más importante porque es un punto focal crítico para que Hamás administre su infraestructura financiera". Panorama ha analizado documentos fechados poco antes del ataque del 7 de octubre que revelan el alcance de la cartera de inversiones de Hamás. Estos papeles, que abarcan un período de ocho meses hasta principios de 2018, revelan cómo Hamás gana parte de su dinero, según la inteligencia israelí. Se cree que en la cartera hay unas 40 empresas de Oriente Medio y el norte de África, incluidas algunas de Arabia Saudita, Argelia, Sudán, Egipto, el Golfo y Turquía. Las supuestas inversiones incluyen desde construcción de carreteras, productos farmacéuticos y equipos médicos hasta turismo, minería, prospección de oro y proyectos inmobiliarios de lujo. Desde 2022, seis de las empresas enumeradas en los documentos aparecen designadas como propiedad o control directo o indirecto de Hamás según el Tesoro de Estados Unidos, que les ha impuesto sanciones y con ello ha restringido su capacidad de comerciar. Junto a cada empresa que figura en el libro de contabilidad de la cartera está lo que se supone que es el valor de cada participación controlada por Hamás. Esta asciende a millones de dólares para algunas de las empresas y suma un valor total de US$422.573.890. Se cree que gran parte de esa cantidad está invertida en bienes raíces. Las inversiones inmobiliarias, que mantienen su valor y tienen el potencial de generar ingresos por alquiler, son una "forma perfecta" para que una organización como Hamás administre sus finanzas, explica Tom Keatinge, fundador y director del Centro de Estudios de Seguridad y Delitos Financieros (CFCS) en el Royal United Services Institute (RUSI) de Reino Unido. Una de las empresas sancionadas por Estados Unidos es Trend GYO, una inmobiliaria turca. En el documento de 2018 se la menciona varias veces como Anda Turk, un nombre comercial antiguo que utilizaba antes de que pasara a llamarse Trend y cotizara en la bolsa de valores de Estambul, según los documentos. Los ataques del 7 de octubre -o como los llama Hamás, Inundación de Al-Aqsa-, recibieron elogios del expresidente de Trend, Hamid Abdullah al Ahmar, quien dimitió en 2022 pero sigue siendo el director de la empresa matriz de esta corporación. Hablando en una conferencia en Estambul en enero de 2024, Al Ahmar fue filmado diciendo: "Mientras nos reunimos... Inundación de Al-Aqsa está en su punto máximo; una inundación arrolladora y rugiente que nunca se detendrá hasta derrotar la ocupación de la amada Palestina ". Continuó pidiendo a la conferencia que "trabaje para criminalizar al sionismo como un movimiento racista y terrorista". Panorama escribió a Al Ahmar pero no recibió respuesta. Trend comunicó que las acusaciones del Tesoro de Estados Unidos sobre vínculos entre la empresa y Hamás eran "injustas e infundadas". Las autoridades turcas indicaron que han investigado a Trend y no han encontrado "abuso alguno del sistema financiero de nuestra nación" y que Turquía respeta las normas financieras internacionales. Hamás, sin embargo, también ha contado con toda una variedad de otras fuentes financieras a largo plazo. Uno de sus primeros y más importantes recaudadores de fondos fue Yahya Sinwar, ahora jefe del ala política de Hamás en Gaza. Según Israel, comenzó a recaudar fondos para Hamás desde la celda de una prisión israelí. En 1988, Sinwar fue encarcelado por asesinar a palestinos de los que sospechaba que espiaban para Israel. Micha Koubi, un exagente de la agencia de seguridad de Israel, aseguró haber interrogado durante más de 150 horas a Sinwar y que este logró forjar vínculos con Irán enviando mensajes encubiertos desde prisión. En 2007, un año después de que Hamás llegara al poder, Israel y su vecino Egipto endurecieron el bloqueo sobre Gaza por preocupaciones de seguridad. Koubi afirmó que las conexiones iraníes de Sinwar lo ayudaron a eludir el bloqueo. “Envió mensajeros a Irán para iniciar el contacto. Les pidió que enviaran armamento. Y acordaron ayudar a Hamás con todo lo que necesitaran”. "Ese fue el comienzo", sentenció Koubi. Según el exjefe de inteligencia Udi Levy, también llegó dinero para Hamás desde el Estado de Qatar en el Golfo, tanto de forma abierta como encubierta. Israel ha reconocido que parte de ese dinero fue entregado en efectivo con su beneplácito. Se asignó para pagar los salarios de los funcionarios del gobierno de Hamás y brindar apoyo humanitario al pueblo de Gaza. "Los qataríes tenían un enviado especial que venía todos los meses en un jet privado a Rafah con una maleta, entraba a Gaza, se la entregaba a Hamás, saludaba y regresaba. Eso es todo", afirma Levy. El exalto cargo del Mossad explicó a Panorama que cree que "una suma significativa de este dinero" se destinó a "apoyar el brazo militar de Hamás". Las agencias de la ONU, la UE, la Autoridad Palestina en Cisjordania y numerosas organizaciones benéficas aportaron miles de millones más para fines humanitarios. Tom Keatinge, del RUSI, considera muy probable que este dinero pueda haber estado subsidiando el ala militar de Hamás. "Es dinero que puede destinar a otros fines, como construir túneles o armar a su ejército ", asevera. Es imposible saber cuánto dinero de donaciones humanitarias se ha apropiado Hamás para fines militares. El grupo niega haber desviado estos fondos y declaró a Panorama que su ala militar tiene sus propias fuentes de ingresos. El primer ministro de Israel ha sido claro en oponerse a la creación de un Estado palestino y ese objetivo estratégico está vinculado a su posición sobre la financiación de Hamás. En 2019 Netanyahu indicó a sus compañeros del partido gobernante Likud: "Quien quiera frustrar el establecimiento de un Estado palestino tiene que apoyar el refuerzo de Hamás y la transferencia de dinero a Hamás... Esto es parte de nuestra estrategia: aislar a los palestinos en Gaza de los palestinos en Cisjordania ”. Mantener a Hamás lo suficientemente fuerte como para ser un rival efectivo de Fatah -su rival en Cisjordania- impediría la posibilidad de un "liderazgo palestino unificado con el que habría que negociar algún tipo de acuerdo final", explica Khaled Elgindy, investigador principal sobre Palestina y Asuntos Palestino-Israelíes en el grupo de expertos del Instituto de Oriente Medio en Washington DC. Más recientemente, Netanyahu negó haber querido fortalecer a Hamás y alegó que solo había permitido la entrada de dinero qatarí a Gaza para evitar una crisis humanitaria. Netanyahu ahora ha prometido destruir a Hamás al afirmar que no habrá "ningún elemento" en Gaza que financie el terrorismo. Pero, al destruir gran parte de Gaza y matar a tantos palestinos, Israel puede obtener el efecto contrario. "Irán probablemente seguirá armando y apoyando financieramente a Hamás ", afirma Elgindy, “pero más que eso, mientras haya una razón para que un grupo como Hamás intente adquirir esas armas, esos recursos y esas capacidades, lo hará”. "Porque la justificación y los motivos siguen vigentes", sentencia. Haz clic aquí para leer más historias de Mundo Noticias