Esequibo: “La única forma que tiene Venezuela para ejercer la soberanía sobre ese territorio sería una acción militar y no está en capacidad de hacerla”
Las relaciones entre Venezuela y Guyana se encuentran en su punto más bajo en décadas. La antigua controversia que mantienen por el territorio Esequibo, que Venezuela afirma le fue arrebatado de mala manera en un laudo arbitral ocurrido en 1899 y que en la actualidad representa dos terceras partes del territorio de Guyana, ha provocado una profunda crisis entre ambos países. En 1966, ambas partes se comprometieron a través del llamado Acuerdo de Ginebra a buscar una solución práctica y satisfactoria a la controversia.
Pero en vista de que el mecanismo de buenos oficios al que recurrieron durante más de un cuarto de siglo no había permitido llegar a una solución, Georgetown pidió llevar el caso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), donde será decidido. Al mismo tiempo, Guyana ha comenzado a otorgar concesiones de explotación petrolera en aguas no delimitadas sobre las cuales Venezuela considera tener derechos. En este contexto, el gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro realizó un referendo el domingo pasado sobre el Esequibo y ahora promueve una ley que permitiría la anexión a Venezuela de ese territorio. Se trata de un anuncio que ha causado preocupación en Guyana, cuyo presidente, Irfaan Ali, ha dicho que sus fuerzas de defensa se encuentran en alerta total y en comunicación con el Comando Sur de Estados Unidos. Maduro además ha acusado a la estadounidense ExxonMobil, principal productora de petróleo en Guyana, de estar financiando a políticos de la oposición venezolana. De hecho, el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, ordenó la detención de 14 personas -incluyendo a varios políticos opositores- bajo la acusación de traición a la patria por una supuesta “trama de financiamiento y conspiración relacionada con ExxonMobil contra Venezuela”. La empresa estadounidense ha dicho que la acusación es ridícula y sin fundamento, mientras que distintos analistas sostienen que estas acciones de Maduro en relación con el Esequibo responden a un intento de debilitar a la oposición venezolana en la antesala del 2024, cuando se prevé la realización de elecciones presidenciales. En ese contexto, Mundo Noticias conversó con Sadio Garavini di Turno, quien fue embajador de Venezuela en Georgetown (1980 - 1984) y durante décadas se ha dedicado al estudio del diferendo sobre el Esequibo, no solo como diplomático sino también desde la academia. Garavini es doctor en Ciencia Política y docente universitario. Cuenta con numerosas publicaciones sobre la política exterior de Venezuela y de Guyana. El gobierno de Nicolás Maduro anunció que creará un estado venezolano en el Esequibo y que otorgará concesiones petroleras en ese territorio que controla Guyana. ¿Cómo se entiende esto? Eso es una ridiculez a nivel internacional porque, obviamente, ¿qué significa eso? Maduro nombró a un general encargado de la defensa de la Guayana Esequiba, pero con sede en Tumeremo, que es un pueblo venezolano en el sur del estado Bolívar; decidió que PDVSA va a contar con una sección para hacer inversiones en la Guayana Esequiba. Bueno, la pregunta es ¿cómo lo va a hacer? Eso implicaría evidentemente una acción de fuerza. En cuanto a PDVSA, la empresa no tiene dinero ni siquiera para invertir en la “Venezuela actual” y quisiera ver si tiene plata para hacerlo en las áreas marinas y submarinas frente al Esequibo. ¿Por qué Venezuela asume esa actitud ahora? Todo esto es una maniobra de política interna frente a un tema de carácter internacional, para tratar de hacer ver que se está haciendo algo en materia de la reclamación del Esequibo, después del referéndum que fue otra maniobra de política interna para tratar de hacer olvidar el éxito de las primarias de la oposición. En términos internacionales, la única forma de ejercer la soberanía sobre la Guayana esequiba de la forma como lo están diciendo, que van a hacer un nuevo mapa de Venezuela que incluye al Esequibo, cuando antes era una zona en reclamación. Bueno, debería ser una acción militar para ejercer la soberanía sobre el territorio. ¿Es posible esa acción militar? Creo que la Fuerza Armada venezolana no está en capacidad de hacerlo por el desastre en que se encuentran. Además, no hay una carretera, por lo que deberían ir a través de la selva, hacer un desembarco o enviar paracaidistas, eso implica una incapacidad total. La verdad, desde el punto de vista internacional, lo que están haciendo es irresponsable porque nos hace un daño muy grande en la Corte Internacional de Justicia, donde el tema está en proceso. Lo que debería hacer el gobierno es prepararse para ir a defender los derechos de Venezuela en la Corte Internacional de Justicia. ¿Cuál es la importancia que tiene el Esequibo para Venezuela? Para Venezuela es fundamental defender la salida al Atlántico, la proyección de su zona económica exclusiva y su plataforma continental, no sólo la que produce el Esequibo en reclamación, sino la de Delta Amacuro [estado venezolano ubicado en el extremo nororiental del país, frente al Océano Atlántico y junto al Esequibo]. Guyana, de una forma arbitraria, ha marcado una línea que supuestamente señala la delimitación con Venezuela y que no es aceptable porque nos cercena la proyección en zona económica exclusiva y la plataforma continental del estado Delta Amacuro. Y eso es inaceptable. En términos del Esequibo propiamente hay que recordar que representa dos terceras partes del territorio que Guyana considera suyo, administra y sobre el cual tiene control desde el laudo arbitral de 1899. El acuerdo de Ginebra habla de una solución práctica y satisfactoria para ambos. Si tuviésemos que llegar a un arreglo sobre esa base, es obvio que un acuerdo satisfactorio para Guyana nunca contemplaría la entrega de dos terceras partes de su territorio. Eso hay que entenderlo si se lee bien el Acuerdo de Ginebra. Lo que puede lograrse a través del Acuerdo de Ginebra es una compensación territorial sensata que, por cierto, es muy difícil de acordar entre las dos partes, por lo que tiene que intervenir un tercero, muy probablemente. Por eso pongo el acento en las áreas marinas y submarinas en una zona rica en petróleo y no tanto en el territorio en si porque siguiendo el Acuerdo de Ginebra, obviamente, solamente una parte de él podría regresar a Venezuela. ¿Cómo afecta a Venezuela esa delimitación marítima que ha hecho Guyana? Eso cercena centenares de miles de km2 de áreas marinas y submarinas ricas en petróleo, gas, pesca y, además, la salida propia hacia el Atlántico. Si esa línea se acepta deberíamos pedir permiso para salir al Atlántico, lo cual evidentemente es inaceptable. Pero eso tiene que ver lateralmente con el tema del Esequibo. Tiene que ver porque Guyana ha trazado esa línea de una forma arbitraria a partir de la Punta Barima, que es la punta del territorio Esequibo. Pero eso habrá que debatirlo al final. Es una irresponsabilidad del gobierno de Maduro que estemos desconociendo a la Corte Internacional de Justicia. Ahora el gobierno está diciendo que la CIJ está a sueldo de Exxon. Allí, en la Corte Internacional de Justicia es donde tendremos que ir a resolver el problema de la delimitación de áreas marinas y submarinas después de que se resuelva el tema del Esequibo. ¿Qué mecanismo o estrategia debería usar Venezuela para hacer valer los derechos que afirma tener sobre el Esequibo? Es que ya ahora no hay alternativa. La gente no entiende que dos secretarios generales de las Naciones Unidas y el último buen oficiante decidieron llevar el tema a la Corte Internacional de Justicia. Si no hay acuerdo entre las partes, el Acuerdo de Ginebra le da al secretario general la competencia de decidir cuál mecanismo de solución pacífica de controversias aplicar, así que no hay por donde agarrar desde un punto de vista del derecho internacional público. Tenemos que defendernos en la Corte Internacional de Justicia y el gobierno no está haciendo la tarea que consiste en preparar nuestra contramemoria, para defender nuestros derechos. Tenemos los argumentos para demostrar que el laudo arbitral de 1899 fue injusto, producto de un acuerdo político entre el presidente ruso del tribunal y los dos miembros británicos del tribunal. Eso es lo que deberíamos hacer con los mayores expertos nacionales e internacionales. La comunidad internacional parece respaldar el status quo actual. Guyana dice que cuenta con el apoyo de la OEA, del Caricom, la Commonwealth, Estados Unidos y Reino Unido, entre otros. ¿Por qué no se oyen más voces respaldando a Venezuela? Guyana siempre tuvo el apoyo del Caricom y de la Commonwealth. La sede del Caricom está en Georgetown y Guyana es miembro de la Commonwealth. Pero el resto, la inmensa mayoría de la comunidad internacional no es que apoye a Guyana, apoya que el problema se resuelva pacíficamente en la Corte Internacional de Justicia, como han decidido dos secretarios generales de la ONU de acuerdo con el Acuerdo de Ginebra. La campaña de desinformación del gobierno de Maduro hace creer que el Acuerdo de Ginebra es una cosa y la Corte Internacional de Justicia es otra. Pero se está en la Corte Internacional de Justicia debido al acuerdo de Ginebra. Se dice que la estrategia de evitar la CIJ y de tratar de resolver la disputa con Guyana de forma bilateral era la que más convenía a Venezuela. Si es así, ¿no es lógico que Maduro intentara evitar ir a la CIJ? Claro, pero tenía que haberlo hecho mucho antes. El gravísimo error del gobierno venezolano ocurrió en diciembre de 2013, cuando la entonces canciller de Guyana, Carolyn Rodrigues-Birkett, dijo que luego de 26 años con la negociación bilateral asistida por el buen oficiante y muchos años más desde el Acuerdo de Ginebra había llegado el momento de terminar de delimitar el territorio, tanto áreas marinas y submarinas, y definir de una vez la controversia. ¿Por qué? Porque entre 2010 y 2013 en Guyana hubo los grandes descubrimientos de riquezas, se hicieron las grandes concesiones, hubo la crisis del Teknik Perdana, el famoso barco de exploración sísmica petrolera que fue detenido por la Armada de Venezuela, y entonces Guyana dijo “hasta aquí llego yo” y fueron a hablar con el secretario general de la ONU para solicitarle ir a la CIJ. El gravísimo error de Venezuela entonces fue insistirle tercamente al secretario general que queríamos seguir con la negociación bilateral asistida por un buen oficiante. Dado que ese mecanismo no había funcionado, si uno se pone en los zapatos del secretario general entiendes por qué le dio la razón a Guyana y no a Venezuela. Lo que debería haber dicho Venezuela es proponer ir a una mediación, a una conciliación, a un arbitraje, o sea, acudir a los otros medios de solución pacífica de controversia previstos en la Carta de la ONU que no contemplan a la CIJ, que es lo más conveniente para Guyana. Cuando hay una mediación, se busca una solución práctica y justa. En la CIJ es un tema estrictamente jurídico. Allí se define si el laudo arbitral de 1899 es válido o no. Y eso es muy costoso y complicado de demostrar. Es un tema que era lo que nosotros siempre queríamos haber evitado. Cuando hay una cosa juzgada, los jueces tienden a favorecer el hecho de que el tema se cerró. Nosotros tenemos el argumento de que se firmó el Acuerdo de Ginebra y que por lo tanto hay que buscar una solución práctica, pero eso es lo que deberíamos haber impulsado. Los hitos de casi dos siglos de disputa Recuerda que puedes recibir notificaciones de Mundo Noticias. Descarga la última versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.