Rastafari, el movimiento religioso que empezó en los barrios pobres de Jamaica y se extendió por el mundo gracias al reggae y Bob Marley
Unas 100.000 personas estallaron en júbilo cuando vieron que el avión en el que viajaba el emperador de Etiopía Hailee Selasee había aterrizado en el aeropuerto de Kingston, Jamaica, en abril de 1966. En su gran mayoría, los asistentes estaban extasiados por estar en presencia de aquel al que consideraban su Mesías y salvador, el heredero directo de la llamada “dinastía salomónica”: los supuestos descendientes de la unión entre el rey Salomón de Israel y la reina de Saba. Muchos de los que llegaron al aeropuerto eran, además, parte de un pequeño movimiento religioso perseguido por las autoridades por sus ideas anticolonialistas que venía tomando fuerza en la isla desde los años 30.