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Mundial Femenino de fútbol 2023: lo que necesitas saber de las 4 semifinalistas

Mundial Femenino de fútbol 2023: lo que necesitas saber de las 4 semifinalistas
Y así quedaron cuatro.
Tras semanas de agotadora acción en la Copa Mundial Femenina, solo España, Suecia, Australia e Inglaterra siguen en el torneo con la oportunidad de hacerse con el codiciado trofeo por el que todas han estado luchando.
La eliminación de Japón a manos de Suecia en cuartos de final significa que este año habrá una campeona mundial inédita y sus nombres se inscribirán en los libros de historia.
Con solo dos partidos entre ellas y la gloria de la Copa Mundial, echemos un vistazo a todo lo que hay que saber sobre las cuatro selecciones semifinalistas. La trayectoria de la Roja hasta su primera semifinal de la Copa Mundial Femenina no ha sido sencilla, y el camino ha estado lleno de altibajos. Los problemas comenzaron incluso antes del inicio del torneo, cuando 15 jugadoras se declararon no disponibles para la selección, en septiembre del año pasado, alegando su salud emocional y física y una falta de aprecio hacia ellas, centrada principalmente en las prácticas del seleccionador Jorge Vilda. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) optó por respaldar a Vilda y seis jugadoras –entre ellas la dos veces Balón de Oro, Alexia Putellas–, revocaron finalmente sus decisiones, pero dejaron tras de sí un grupo de jugadoras fracturado, aunque con talento. A pesar del ruido que rodeó a los preparativos para el Mundial, las jugadoras españolas no dieron muestras de estar estancadas en sus dos primeros partidos de la fase de grupos, en los que arrollaron a Costa Rica y Zambia, con ocho goles a favor y ninguno en contra. Sin embargo, en su último partido de la fase de grupos, la Roja recibió una advertencia al ser sorprendida por Japón (4-0) en una de las actuaciones más destacadas del torneo, que conmocionó a toda la competición. Cuando parecía que sus esperanzas mundialistas podían tambalearse, España –con Putellas saliendo desde el banquillo tras recuperarse de una temida lesión en el ligamento cruzado anterior – volvió a encontrar el rumbo, venciendo cómodamente a Suiza en octavos de final y accediendo a la primera semifinal de su historia gracias a una victoria por 2-1 sobre Países Bajos, en la que la adolescente Salma Paralluelo marcó el gol decisivo en la prórroga. Suecia ha demostrado una notable determinación para alcanzar su segunda semifinal consecutiva de la Copa Mundial Femenina, y la quinta en total. Las Blågult necesitaron un gol en el último minuto para eliminar a Sudáfrica en su debut y una tanda de penales para derrotar a Estados Unidos en octavos de final. Y en cuartos de final, ante una formidable selección japonesa, ofreció posiblemente su mejor actuación del torneo hasta la fecha, logrando una victoria por 2-1, a pesar de un intento de remontada tardío de las niponas. Nada personifica mejor la tenacidad sueca que dos de sus jugadoras más destacadas: la guardameta Zećira Mušović y la defensa Amanda Ilestedt. Mušović se ha convertido en una pieza clave en la trayectoria de las Blågult hasta las semifinales, sobre todo contra Estados Unidos, cuando protagonizó una actuación heroica con 11 atajadas. Desde que comenzaron los registros en 2011, esa fue la mayor cantidad de atajadas en un solo partido del Mundial Femenino para una guardameta que mantuvo su portería a cero, según Sky Sports. La portera, de 27 años, es hija de padres serbios que huyeron de la guerra en su país. En su juventud prefirió el tenis de mesa al fútbol, según la FIFA, pero pronto se sintió a gusto en este último deporte cuando pasó de ser jugadora de campo a guardameta, a los 12 años. Y su presencia casi mítica entre los tres palos continuó contra Japón, donde solo cedió en los últimos compases del partido. Ilestedt también está disfrutando de un gran torneo a nivel personal. La central, de 30 años, marcó el primer gol de Suecia contra Japón, su cuarto del torneo, y se coloca a solo uno de Hinata Miyazawa, de las Nadeshiko, en la carrera por la Bota de Oro a la máxima goleadora del torneo. En los últimos años, Suecia ha caído en el último obstáculo a la hora de conquistar un gran trofeo internacional –perdió en la final de la Copa Mundial Femenina de 2003 y en el partido por la medalla de oro de los dos Juegos Olímpicos más recientes–, pero tiene otra oportunidad de desterrar esos demonios de una vez por todas. Ha sido un torneo para el recuerdo para la coanfitriona del torneo, tanto dentro como fuera del terreno de juego. Se esperaba mucho de las Matildas jugando en casa, lideradas por Sam Kerr, una de las mejores jugadoras del mundo, y ante su público. Pero las cosas empezaron a ponerse feas cuando Kerr quedó descartada para los dos primeros partidos de la fase de grupos de Australia por una lesión en el gemelo. Y el rendimiento del equipo sobre el terreno de juego tampoco dejó muchas esperanzas a los aficionados, pues sufrió para imponerse por 1-0 a la República de Irlanda en su primer partido y fue sorprendida por Nigeria en el segundo. Sin embargo, como todo buen equipo en un torneo, y con el regreso de Kerr al banquillo, Australia se ha ido metiendo poco a poco en el torneo. Un contundente 5-0 sobre Canadá, campeona olímpica, le permitió acceder a la fase eliminatoria, antes de conseguir una trabajada victoria sobre Dinamarca en octavos de final para alcanzar los primeros cuartos de final de su historia en una Copa Mundial Femenina. Sin embargo, la actuación más destacada del torneo se produjo en cuartos de final, cuando Australia se impuso con creces a Francia antes de imponerse en una dramática tanda de penales, continuando así la histórica trayectoria del país. El éxito del equipo ha cautivado también la imaginación de muchos australianos, y la FIFA informó que 7,2 millones de personas sintonizaron el partido contra Francia en la tanda de penales –un 10 % más que en el partido anterior– y que tuvo una audiencia promedio de 3,69 millones, la retransmisión deportiva por televisión australiana número uno de la última década. La FIFA también informó que 472.000 personas retransmitieron el partido contra Francia en 7Plus, el acontecimiento más visto de la historia en Australia. El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, mostró su apoyo al equipo, respaldando públicamente las peticiones de una fiesta nacional en caso de que las Matildas ganen la Copa Mundial Femenina. "He dicho que los líderes estatales y territoriales deberían considerarlo, y sé que ha recibido una cálida recepción en la mayoría de los sectores", declaró Albanese en una entrevista radiofónica con la cadena estatal ABC cuando se le preguntó si las peticiones de un día festivo estaban justificadas. "Es mucho más que un acontecimiento deportivo. Es una inspiración para las chicas jóvenes en particular, pero también para los chicos jóvenes". Ahora, con los problemas de forma física de Kerr aparentemente desvaneciéndose en el retrovisor y el apoyo de una nación detrás, Australia está a punto de alcanzar la gloria en la Copa Mundial. Inglaterra entró en el torneo como una de las favoritas, por lo que su pase a semifinales no resulta tan sorprendente. La campeona de Europa está repleta de estrellas de gran talento, y es esta cualidad –así como su entrenadora de talla mundial, Sarina Wiegman– la que ha sido la fuerza motriz clave de su reciente éxito en Australia y Nueva Zelandia. Su participación comenzó con victorias por la mínima, con Lauren James como una de las más destacadas en medio de unas primeras actuaciones decepcionantes. Un contundente 6-1 sobre China reafirmó las credenciales de Inglaterra como aspirante al título, pero sus actuaciones en octavos y cuartos de final –una victoria en la tanda de penales sobre Nigeria después de haber sido superada ampliamente y una remontada ante Colombia – mostraron quizás algunas de las grietas en la armadura de las Leonas. No podrá contar con James en la semifinal contra Australia, ya que la estrella del Chelsea está cumpliendo el segundo de sus dos partidos de sanción tras haber sido expulsada por pisar la espalda de la nigeriana Michelle Alozie durante el partido de octavos de final, disputado en el estadio de Brisbane. Pero con una columna vertebral formada por Mary Earps, Millie Bright, Kiera Walsh, Georgia Stanway y Alessia Russo –sin olvidar a Chloe Kelly y Bethany England desde el banquillo–, esta selección inglesa sigue siendo una amenaza sea cual sea el rival. La falta de experiencia previa en Copas Mundiales Femeninas ha hecho que las semifinales y la final sean aún más emocionantes, si es que eso es posible. Los cuatro equipos tienen puntos fuertes y débiles diferentes, y no hay un favorito claro que destaque, a diferencia de lo que ocurría en años anteriores con la selección estadounidense, que antes lo conquistaba todo. A falta de solo cuatro partidos para el final del torneo –incluido el partido por el tercer puesto entre las perdedoras de las semifinales–, Suecia se ha convertido en la favorita para hacerse con su primer título, según la empresa de datos deportivos Gracenote. Basándose en aproximadamente un millón de simulaciones de todo el torneo, Suecia tiene un 32 % de posibilidades de ganar, mientras que Australia e Inglaterra tienen ambas un 24 % y España un 21 %, dice Gracenote. Suecia es la selección mejor clasificada que queda en el torneo –tercera del mundo–, pero, si tuviera que enfrentarse a Inglaterra en la final, las Blågult podrían tener malos recuerdos, ya que su último enfrentamiento en un gran torneo fue una derrota por 4-1 ante las Leonas, en las semifinales de la Eurocopa Femenina de 2022. En cualquier caso, nos espera un final increíble para lo que ha sido un Mundial para la historia.