Megan Rapinoe juega su último partido con EE.UU. Aquí el legado que deja
Pocas veces en el deporte un atleta deja tras de sí un legado como el que Megan Rapinoe ha cultivado a lo largo de su notable carrera internacional.
Dos títulos mundiales y una medalla de oro olímpica serían suficientes para muchos, pero esta jugadora de 38 años nunca se ha conformado con los logros deportivos.
Por el contrario, la centrocampista californiana se ha convertido en una influyente activista, filántropa, ícono de la moda y defensora de la igualdad de derechos.
Este domingo, los aficionados tendrán la oportunidad de celebrar todos sus logros cuando Rapinoe salte al campo por última vez con la selección femenina de Estados Unidos (USWNT).
El partido contra Sudáfrica en Chicago, el último de una serie de dos encuentros, comenzará con una ceremonia en honor a la leyenda del fútbol.
"Será especial tener esta última oportunidad de jugar para mi país delante de nuestros increíbles aficionados y tener la oportunidad de dar las gracias a mis compañeras de equipo y a todos los que han tenido un impacto en mí como persona y jugadora a lo largo de los años", dijo Rapinoe en un comunicado.
Rapinoe dejará su carrera internacional tras haber disputado 203 partidos con la selección de su país.
Desde su debut en 2006, ha marcado 63 goles y ha dado 73 asistencias, situándose entre las 10 mejores en ambas categorías en la historia de la selección femenina de Estados Unidos.
En su trayectoria, ganó dos trofeos de la Copa del Mundo, en 2015 y 2019, y se colgó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012.
Pero fue en 2019 cuando posiblemente brilló más la estrella de Rapinoe.
Tras llevar a su país a la gloria en el Mundial, ganó el Balón de Oro Femenino y el premio The Best de la FIFA, consolidándose como la mejor jugadora femenina del planeta en ese momento.
Fue el reconocimiento a unas actuaciones que rezumaban clase y confianza, rasgos encapsulados en una icónica fotografía tomada ese mismo año.
Tras marcar dos goles contra la anfitriona Francia en los cuartos de final de la Copa Mundial, Rapinoe lo celebró con una pose que quedó plasmada en la que posiblemente sea la fotografía más icónica de su vida.
La imagen de una Rapinoe triunfante con los brazos extendidos rompió internet, complaciendo a sus seguidores y, en verdad, irritando a sus críticos.
"Esta es una de mis fotos deportivas favoritas de la década", publicó entonces el experto en deportes Bill Simmons.
La desafiante celebración no solo parecía aludir a su éxito deportivo, sino también a su activismo.
A lo largo de su carrera, Rapinoe ha defendido muchas cuestiones, como la igualdad racial, los derechos de la mujer, la paridad salarial y la comunidad LGBTQ+, por nombrar solo algunas.
Naturalmente, al hablar de estos temas, Rapinoe encontró críticas, algunas más sonadas que otras.
Causó sensación en 2016 cuando se arrodilló durante el himno nacional antes de un partido del Seattle Reign como muestra de solidaridad con Colin Kaepernick, el exquarterback de la NFL cuyas protestas contra la injusticia racial y la brutalidad policial suscitaron duras críticas.
Siguió haciéndolo ante la selección de Estados Unidos, un símbolo no apreciado por todos en el país.
Sin inmutarse por la ira de aquellos a los que desafiaba, Rapinoe también criticó abiertamente al expresidente estadounidense Donald Trump, quien respondió públicamente a la centrocampista en 2019 cuando dijo que rechazaría un viaje a la Casa Blanca si Estados Unidos ganaba la Copa del Mundo ese año.
Pero ni siquiera una disputa con el presidente de su país logró sacarla del camino.
En 2022, sí entró en la Casa Blanca, solo que esta vez para recibir la Medalla Presidencial de la Libertad -el mayor honor civil de Estados Unidos- de manos del presidente Joe Biden, por su labor reivindicativa.
"Me siento humilde y verdaderamente honrada de ser elegida para este premio por el presidente Biden y me siento tan inspirada y motivada como siempre para continuar esta larga historia de lucha por las libertades de todas las personas", dijo Rapinoe en un comunicado.
"Citando a Emma Lazarus: "Hasta que todos seamos libres, ninguna será libre"".
Rapinoe, que anteriormente se definía a sí misma como una "protesta andante", fue sobre todo una figura influyente en la campaña de su selección nacional en favor de la igualdad salarial.
La disputa con la federación de fútbol de su país se remontaba a marzo de 2019, cuando el equipo femenino presentó una demanda por discriminación de género contra US Soccer.
Después de tres años de batalla legal, finalmente se llegó a un acuerdo en 2022 por el que las selecciones femeninas y masculinas recibían el mismo salario en todos los amistosos y torneos, incluido el Mundial.
"Es un poco surrealista para ser honesta", dijo Rapinoe en el momento del acuerdo.
"Llevamos mucho tiempo en esto y venimos de una larga historia de mujeres que han luchado por poner este deporte en un lugar mejor.
"Lo que espero y de lo que estoy realmente orgullosa es que la justicia llegue en la próxima generación que nunca tendrá que pasar por lo que pasamos nosotras: es la igualdad salarial en todos los ámbitos de aquí en adelante".
Sin embargo, su brillante carrera internacional no tuvo un final de cuento de hadas en la Copa Mundial Femenina de este año.
Antes de que comenzara el torneo, Rapinoe anunció su decisión de retirarse al final de la temporada, lo que significaba que Australia y Nueva Zelandia albergarían su último partido internacional verdaderamente competitivo.
Lo cierto es que, a sus 38 años, Rapinoe ya no era la jugadora de antaño, y se veía obligada a salir desde el banquillo.
Aunque ya no le quedaba tanto recorrido en las piernas, la experiencia de Rapinoe era un activo importante para una joven selección estadounidense que buscaba reconstruirse.
Sin embargo, a pesar de todos los éxitos anteriores, sus sueños mundialistas terminaron en una decepcionante tanda de penales.
El último acto de Rapinoe se produjo cuando su lanzamiento se fue por encima del larguero y Suecia eliminó a la vigente campeona en octavos de final, lo que supuso la eliminación más temprana de Estados Unidos en un Mundial.
Una sonrisa de incredulidad enmascaraba el dolor mientras abandonaba el campo a trompicones, para no volver a jugar nunca más en un Mundial.
"Es como una broma de mal gusto para mí, personalmente", declaró Rapinoe a Fox Sports después del partido. "Estoy en plan: "Esto es comedia negra, fallé un penalti"".
Pero muchos no recordarán ese penal fallado cuando miren atrás a una carrera internacional sin igual.
Echaremos mucho de menos su experiencia y su calidad sobre el terreno de juego, pero cabe imaginar que su trabajo y su defensa continuarán fuera de él.
Como resumió su compañera de equipo Kelley O"Hara antes de la Copa Mundial Femenina de este año, Rapinoe es "única en su tipo".
"Nunca ha habido nadie como ella, probablemente nunca habrá nadie que se le parezca".