Estados Unidos queda eliminado del Mundial Femenino de Fútbol tras perder en los penales ante Suecia

Suecia ahora enfrentará a Japón en los cuartos de final este viernes en Eden Park en Auckland, Nueva Zelandia. El resultado de este domingo representa la eliminación más temprana en un Mundial para EE.UU. La selección llegó por lo menos a las semifinales en los ocho torneos anteriores, ganando cuatro títulos. La sueca Nathalie Bjorn fue la primera jugadora en fallar desde el punto penal, lo que le dio a Megan Rapinoe ––quien jugó su último gran torneo para su país–– la oportunidad de poner a EE.UU. a la delantera. Sin embargo, Rapinoe, usualmente la más confiable en este tipo de cobros, falló en el tiro y le devolvió la esperanza a Suecia. Rebecka Blomqvist de Suecia y la estadounidense Sofia Smith también fallaron en el cobro. Con el marcador 4-4, la suplente Kelley O"Hara de EE.UU. dio un paso adelante y su esfuerzo pegó en el travesaño, lo que le dio a Hurtig la oportunidad de ganar para su equipo. Estados Unidos amenazó la portería de Suecia durante todo el partido. Una y otra vez, la guardameta sueca Zecira Musovic demostró estar a la altura y estuvo excelente en todo momento. En el minuto 96, Alex Morgan disparó al arco desde corta distancia, pero Musovic aguantó con fuerza para atajar el balón de la estadounidense. La sueca Sofia Jakobsson disparó con fuerza a la red en el minuto 85, pero fue bloqueada por la portera estadounidense Alyssa Naeher. Musovic también hizo una atajada fenomenal al comienzo de la segunda mitad, negando a Lindsey Horan con una parada en picado para mantener el juego sin goles. La delantera Trinity Rodman estuvo particularmente animada, ayudando a crear varias oportunidades de EE.UU. antes de ser reemplazada después de 65 minutos. En la primera parte, Horan remató de cabeza en el travesaño y pasó por encima de la portería sueca. Cuanto más se acerca un equipo a hacer historia, mayores son las expectativas y más microscópica la mirada sobre cada uno de sus esfuerzos. La carga de convertirse en la primera selección en ganar tres Copas del Mundo consecutivas terminó siendo demasiado pesada, aunque hay cierto consuelo en la derrota pues esta fue la mejor actuación de EE.UU. en el torneo. Estados Unidos nunca ha terminado por debajo del tercer lugar en una Copa del Mundo, por lo que esta será una experiencia de castigo para un país que durante décadas ha sido un abanderado en el fútbol femenino. Hace cuatro años, cuando ganó su segundo título consecutivo, EE.UU. era el lado dominante de su generación, pero los tiempos han cambiado y el deporte ha avanzado. Mucho se ha escrito sobre las batallas del equipo estadounidense en este torneo. Solo hubo una victoria en la fase de grupos y un tiro que acabó en el poste de la portería vino al rescate del equipo contra Portugal, impidiendo que las portuguesas anotaran un gol tardío que hubiera acabado con la participación de EE.UU. en este torneo. También se ha hablado mucho sobre la mentalidad de Estados Unidos esta última semana (la exjugadora Carli Lloyd fue especialmente expresiva en sus críticas tras el empate 1-1 con Portugal), pero atribuir esta derrota a la desintegración de la famosa mentalidad ganadora del país sería ser demasiado simplista. “Ese es nuestro ingrediente secreto, es el deseo insaciable de ganar”, dijo Rapinoe a CNN Sport antes del comienzo del torneo. Pero la derrota no significa que al equipo le faltó el deseo de ganar. Sin embargo, carecía del instinto asesino de antaño, dominando a Suecia (EE.UU. tuvo 21 tiros a puerta) sin poder perforar su defensa. Que la arquera Zećira Mušović fuera la jugadora estrella de Suecia dice mucho sobre la historia del partido. Que las suecas solo hayan tenido tres toques en el área rival en la primera mitad y hayan tenido su primer disparo a puerta, a través de la suplente Sofia Jakobsson, en el minuto 85 dice mucho sobre cómo jugó el equipo ganador. Pero es Suecia la que avanza a cuartos de final para enfrentarse a Japón el viernes. El deporte puede ser brutal.