"One Piece" llega a Netflix con muchos fans. Si aún no eres uno de ellos, ni te molestes
"One Piece" está basada en una de las series de manga más populares de todos los tiempos, con un cuarto de siglo de historia a cuestas. Y si aún no te has familiarizado con ella, esta serie de acción real de Netflix sobre la extravagante aventura pirata parece un mal lugar para empezar, ofreciendo escasos incentivos para esforzarte en tratar de ponerte al día ahora.
En cambio, la primera temporada de ocho episodios cae presa de los escollos asociados al intento de trasladar una forma de arte muy diferente a la vida real, un reto que Netflix ya experimentó con la efímera "Cowboy Bebop". Las dificultades se manifiestan en el tono alocado de "One Piece", que en algunos momentos parece una serie infantil, un sueño surrealista filtrado por la mente del director David Lynch y una película de "Piratas del Caribe" producida bajo el efecto de drogas alucinógenas.
La trama básica involucra a un joven aspirante a pirata llamado Monkey D. Luffy (Iñaki Godoy, cuyo personaje siempre se refiere a sí mismo diciendo su nombre completo), quien está en una búsqueda para encontrar un tesoro legendario perdido hace mucho tiempo conocido como One Piece, una hazaña que le permitiría cumplir su objetivo de proclamarse rey de los piratas.